Por Juan José Ramos Casazola:
Hoy se celebra el día del abogado, la profesión más apasionante, emocionante, y al mismo tiempo la más sacrificada e incomprendida de todas, y es que no hay actividad pública o privada que esté exenta de la opinión de un abogado, y es que trabajamos con la LEY, desde la Constitución hasta una humilde Ordenanza, en consecuencia, como todos estamos sometidos al principio de legalidad, que no es otra cosa que el sometimiento a la Ley , resulta imprescindible contar con un abogado al momento de interpretar o aplicar la misma.
El abogado es como un confesor, el cliente tiene que confiarle todo, y el hombre de leyes tiene que pagarle con responsabilidad, erudición, sacrificio y lealtad esa confianza que han depositado en él, Es la Abogacía una ardua misión. Esencialmente, una lucha apasionada por la Justicia. Los abogados podemos discrepar o disentir, en muchos aspectos, pero lo que nos une es idéntico: el espíritu de defensa de una posición que se estima justa. Esta actitud defensiva y de justicidad es la que caracteriza al Abogado hasta cuando, obligado a tomar la iniciativa o a pedir la aplicación de una Ley penal, adopta una tesis de acusación.
Pero, como todo en la vida, nuestra profesión de abogado, no está exenta de convertirse en instrumentos de los poderosos para sojuzgar, oprimir y esclavizar al pueblo, como tampoco está libre de la nefasta ingratitud, incomprensión y deslealtad de quienes reciben nuestro asesoramiento, pero, eso es lo anecdótico, lo realmente trascendental de nuestra profesión es recordar, siempre, ese juramento hermoso cuando nos graduamos de abogados y que llevamos colgado en nuestra medalla de la orden , que se sintetiza, en latín, con la frase ORABUNT CAUSAS MELIUS, ¡DEFENDERAN MEJOR LAS CAUSAS! o como se traduce en la jerga jurídica peruana ¡DEFENDERAN CAUSAS JUSTAS !
FELIZ DIA PARA TODOS MIS AMIGOS ABOGADOS Y COLEGAS DEL PÉRU