Por Víctor Gomez
Han pasado más de seis semanas desde que Carlos Bueno Rivera asumió la gerencia del OTASS–EMAPA Huaral, pero hasta hoy no ha tenido la mínima cortesía de convocar a una conferencia de prensa para presentarse ante la ciudadanía y explicar cuáles son sus planes y proyectos para lograr un servicio de agua potable continuo, digno y humano.
¿Acaso no merece Huaral respeto? ¿Acaso los miles de habitantes de la provincia deben seguir soportando a funcionarios foráneos que llegan, se sientan en el cargo, disfrutan de sus beneficios y luego se van con los bolsillos llenos, dejando tras de sí un panorama aún más desastroso del que encontraron?
Al pésimo servicio del agua potable que se grafica en unas cuantas horas al día, ahora la población huaralina tiene que soportar la humillación de tener que soportar hasta tres días sin agua potable por la llamada “champería de acequia”. Este sistema arcaico, que en pleno siglo XXI debería haber sido superado hace décadas, condena a miles de familias a vivir en condiciones indignas, atentando directamente contra su salud y su bienestar.
Y mientras tanto, ¿Qué dice el nuevo gerente? Nada. Silencio absoluto, ni una sola palabra sobre cómo enfrentará este problema estructural ni sobre qué medidas implementará para que el servicio sea de 24 horas, los 7 días de la semana como corresponde a un derecho humano básico.
El acceso al agua potable no es un favor del Estado ni un beneficio sujeto a la buena voluntad de un funcionario de turno. Es un derecho humano reconocido por la ONU y una obligación constitucional que nuestras autoridades parecen ignorar. Cortar el agua por días enteros equivale a atentar contra la salud pública, agravar la vulnerabilidad de las familias y exponer a niños, adultos mayores y enfermos a riesgos inaceptables.
Decir que “para eso están las cisternas” es insultar la inteligencia de los huaralinos. ¿Quién puede garantizar que esas cisternas cubran a toda la población, con agua segura y suficiente? Lo cierto es que son un parche improvisado, una excusa para encubrir la incapacidad y la falta de planificación.
LOS HUARALINOS EXIGIMOS RESPETO, EFICIENCIA Y CAPACIDAD
Señor Carlos Bueno Rivera, los huaralinos exigimos respeto. Queremos saber qué proyectos piensa ejecutar para acabar con la crisis de la carencia del agua potable a diario, de esas 10 a 12 horas de agua al día y como terminar con la dependencia de la champería.
Diga usted Sr. Carlos Rivera Bueno, cómo va a garantizar un servicio permanente y, sobre todo, cuáles son sus plazos y compromisos reales. No basta con ocupar un cargo: se necesita transparencia, capacidad y respeto hacia una población que está cansada de vivir entre promesas y frustraciones. El agua potable es vida, es salud, es dignidad. Y mientras Huaral siga sufriendo restricciones y cortes constantes del servicio, este derecho humano seguirá siendo pisoteado impunemente.
Sequía en Piura afecta cultivos de arroz en la región. (Foto: Andina)
Distrito de Piura estuvo desabastecido de agua por más de 20 días (Sunass)
El Ministerio de Vivienda, ubicado en San Isidro. Foto: Gobierno del Perú
