Por Dante Pacheco:
Cuando ocurren, cada año, la bajada de los huaycos y las crecidas de los ríos, lo primero que decimos es que son fenómenos naturales que nos sorprenden y cuyas consecuencias solo tienen como principales responsables a estos desastres que se dan cada verano, sin embargo, las ocurrencias que afectan a familias, sus hogares o parcelas agrícolas pudieron evitarse con oportunas medidas de prevención.
Todos sabemos que no siempre se activan algunas quebradas que por lo general vemos geográficamente como ríos secos, no obstante, en algún momento las intensas lluvias las activan y los primeros en caer son los huaycos y como consecuencia las crecidas de los ríos que se desbordan generando desgracias por doquier. Lamentablemente no todos los años se ejecutan o implementan programas de prevención y esto es lo que ocurrió el año pasado con la cuenca y sub cuencas del río Chancay, tan es así que no se trabajó en la descolmatación del cauce del río nuestro por lo que se formaron islotes llenos de arena, rocas y hasta basura, de tal forma que cuando el río creció las aguas ganaron espacio en los lados provocando grandes riesgos en las orillas, incluyendo que se produjeron desbordes en puntos críticos de la margen izquierda del Chancay afectando algunas familias que tenían sus precarias viviendas en los márgenes, también se afectaron terrenos agrícolas de la misma margen, situación que pudo evitarse con los trabajos de descolmatación por parte de la Junta de Usuarios y del Gobierno Regional de Lima, tampoco se notó interés de parte de la gestiones municipales anteriores.
Lo plausible es que las actuales autoridades ediles respondieron inmediatamente a las emergencias que se presentaron, los primeros fueron el alcalde de Aucallama, Edwin Valdivia y Fernando Cárdenas de la Provincial que en un abrir y cerrar de ojos activaron las áreas de Defensa Civil y no solo asistieron a los perjudicados o damnificados sino que además se coordinaron acciones con las autoridades a fin de enfrentar los problemas, pero como añadidura el alcalde Aucallamino consiguió maquinaria pesada de la junta de Usuarios, la que dotó de respectivo combustible para descolmatar el lecho del río a la altura de la desembocadura del río Pisquillo a fin de evitar que la fuerza del río Chancay arrase con la poca defensa viva que existe en el sector, por lo que también fue necesario un trabajo de emergencia de enrocado.
Felizmente que nos encontramos con autoridades responsables y sensibles a la vez, las mismas que toman determinaciones en el acto y de acuerdo a la circunstancia, no obstante, insistimos que todo esto se hubiese evitado si las autoridades competentes y la propia junta de usuarios hubiesen realizado un efectivo trabajo de prevención. De otro lado, lamentamos que en la sierra, poblados como Ihuari, Yunguy, Sumbilca, Yancao en Lampián, entre otros también hayan sufrido el embate de la naturaleza y que estén afectados sus caminos y terrenos agrícolas. A la población lo único que nos queda ahora es solidarizarnos con los damnificados y enviar ayuda a quienes lo necesitan.