POR DANTE PACHECO:

Luego de que la Comisión de Constitución del Congreso de la República aprobó el proyecto de Ley en favor de la REELECCION DE ALCALDES, se desató la discusión por ambas posturas, es decir que los cuestionamientos giran ahora en torno a que, si es posible o no que los alcaldes sean reelectos, se insiste que estos temas son sensibles toda vez que antaño estos actos fueron ligados directamente a la corrupción.

Uno de los argumentos válidos por quienes están a favor de la  reelección de Alcaldes distritales, provinciales y Gobernadores Regionales, es que los cuatro años de gobierno no son insuficientes para desarrollar los planes que las autoridades  electas tienen en carpeta, no obstante resulta real que en pedidos de reelección se aprovecharon de la circunstancia para lograr a como dé lugar de las debilidades de los entes electorales a fin de entornillarse en el poder y sin que exista justificación alguna para ello… En otras palabras, existen alcaldes que, sí merecen permanecer por más tiempo en el poder, autoridades que trabajan, que invierten como corresponde, que realizan gestiones exitosas y que son apreciados por su población, pero también están los que hacen todo lo contrario, no trabajan, no ejecutan obras, invierten en cualquier cosa, se rodean de amigos infructíferos y que no tienen la confianza de los pobladores. El dilema está presente por lo tanto ahora queda la disyuntiva de quienes tienen que decidir, en este caso le corresponde al pleno del Congreso.

El problema radica en que siempre encontraremos a los dos tipos de autoridades, los que trabajan y los que no, los corruptos y los que se mantienen al margen del lodo, ahora, cómo saber si con la aprobación de este Proyecto se favorece a los pueblos… Creemos particularmente que se debiera apelar al espíritu democrático de los electores, a su capacidad de discernimiento y al libre ejercicio de votar en democracia, o sea que finalmente serán los propios vecinos, que conocen a sus autoridades, quienes debieran analizar en el momento si están o no de acuerdo con reelegir a sus autoridades. Entendemos que, el problema mayor está en los distritos pequeños donde los habitantes son mínimos, entre los 100 y 1000 mil electores, es allí donde muchos corruptos apelan al voto golondrino para llevar votantes de otras jurisdicciones a los distritos lejanos, cambiándoles el DNI afín de que  voten a favor de los intereses de los corruptos y por lo general siempre saldrían reelectos… ese es el problema mayor y otra de las razones más fuertes para analizar si se va, a la vía de la reelección de autoridades. La idea es buena, la intención también. pero se tiene que tomar en cuenta la forma de evitar que los corruptos aprovechen las circunstancias. En cualquiera de las circunstancias, sostenemos que la última palabra la tendrá siempre el elector, son ellos, los votantes quienes conociendo a sus autoridades votarán consecuentemente si es que se aprueba el proyecto en un pleno.