En una sociedad cuya descomposición moral y ética es cada día más alarmante, no resulta una novedad, el que la segunda vuelta para elegir al próximo Gobernador del Gobierno Regional de Lima, este CARACTERIZADA, por la abulia, el descontento, la indiferencia y sobre todo por una absoluta desconfianza frente a los dos candidatos, tanto del Torito, como de la Cholita.
Al existir este, casi, nulo interés en un gran sector de la población, hace que este proceso electoral se haya circunscrito a una mutua acusación, entre quienes dirigen la campaña y los simpatizantes de ambos movimientos; por un lado, los partidario del torito acusan a la candidata de la cholita, por su sentencia y el rosario de investigaciones, que en efecto tiene, y por otro lado, los de la cholita acusan al candidato del torito de inconsistencia ética, al ir por un movimiento, cuyo líder está sentenciado por CORRUPCIÓN, lo cual, también es cierto.
Que, el debate político se circunscriba, solamente, en estos dos temas, que si bien es cierto son importantes, empobrece de sobremanera, la contraposición de ideas, programas y proyectos que deben ser puestos en la agenda electoral, a fin de ser conocidos por el pueblo y puedan votar con conocimiento de causa, asimismo, nos priva de conocer: ¿cuál de los candidatos es el que tiene una mejor visión de la región?, ¿quién él es que tiene una mayor lectura de los grandes problemas de nuestra región? y sobre todo ¿quién es el que tiene las propuestas más viables para resolverlos?, amén de los mejores cuadros para llevarlas a cabo.
Quizás, sea por esta razón que nos encontramos ante un gran sector que no ha decidido por quién votar y que convierte este proceso electoral en el más reñido de la historia electoral de la Región Lima, dónde nadie se atreve a señalar un favorito, dónde nada está dicho y será, nuevamente, ese inmenso grupo de personas indiferentes, inconformes, hastiados y descontentos, que deciden su voto en la cola, quienes inclinen el file de la balanza a favor del torito o la cholita
En honor a la verdad, si las elecciones continúan así hasta el domingo 4 de diciembre, cualquier cosa puede suceder, es una lástima que haya tal nivel de desinterés por parte de la población, porque ellos traen como consecuencia, que se vote a ciegas.