En las elecciones generales de 2026, la atención no solo debe centrarse en los candidatos a la Presidencia, sino también en quienes postulan a la vicepresidencia, cargos que podrían convertirse en determinantes ante una eventual vacancia o renuncia presidencial. En total, son 36 los aspirantes a la primera y segunda vicepresidencia inscritos en los comicios, provenientes de 35 partidos políticos y tres alianzas electorales, en un contexto marcado por la inestabilidad política y el uso recurrente de la vacancia como mecanismo de salida del poder.
El elevado número de postulantes se explica, en parte, por la exclusión de Acción Popular del proceso electoral, decisión adoptada por el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) a última hora, así como por la inscripción de accesitarios y reemplazantes. Además, varios de los vicepresidenciables figuran simultáneamente como candidatos al Congreso bicameral, ya sea como diputados o senadores, lo que les permitiría contar con un “plan B” político en caso no prosperen sus aspiraciones en el Ejecutivo.
Entre los perfiles inscritos destacan postulantes que defienden la ampliación del Registro Integral de Formalización Minera (Reinfo), respaldan la minería informal, promueven una Asamblea Constituyente o plantean el indulto al expresidente Pedro Castillo y a otros condenados o procesados por delitos graves. También figuran candidatos con vínculos al antaurismo, a movimientos radicales de izquierda y, en un caso extremo, un aspirante que actualmente se encuentra prófugo de la justicia tras haber sido condenado por difamación.
Este panorama evidencia que los vicepresidentes ya no son simples acompañantes en la fórmula presidencial, sino actores políticos con agendas propias y con reales posibilidades de asumir el mando del país. En un escenario donde la vacancia presidencial se ha convertido en una constante, la elección de estos “suplentes del poder” cobra una relevancia crucial, por lo que el escrutinio ciudadano sobre sus trayectorias, propuestas y antecedentes resulta más necesario que nunca.






