Por José Ramos:
Mientras escribo estas líneas, Rayza, vuela a diez mil metros de altura, rumbo a Paris, a continuar su segundo año de maestría en la Sorbona.
Te habíamos prometido no llorar, cuando te despidieras de nosotros y tú mamá y yo
lo cumplimos, te dimos un abrazo y un beso y solo atiné a decirte -cuídate mucho hijita-
Sin embargo, cuando cruzaste la sala de embarque internacional y nos dijiste adios con la mano, no pude contener el llanto, era imposible, hasta Nieves, que es mil veces más fuerte que yo, al tratar de consolarme, pude percatarme que hacía un esfuerzo sobrehumano para no llorar.
Tu mamá es muy fuerte, pero yo sé que detrás de esa fortaleza, hay un alma que se queda triste y no es para menos, tu mamá te adora, eres su engreída, su hijita, su orgullo, y tú también la adoras, hasta el punto, que estos treinta días, de tus vacaciones, han dormido juntas y han sido inseparables todos los días.
Pero, hijita, no todo es tristeza, porque si lloramos por no poder ver el sol las lágrimas no nos dejarán ver las estrellas y nosotros estamos seguros que brillarás siempre como una gran estrella.
Y, todo este sacrificio, hijita, yo sé que va a tener una gran recompensa, gracias a tu inteligencia, tu valor, tu fortaleza, tu espíritu guerrero, porque si hay algo que admiro en tí, es ese espíritu guerrero, aventurero, ese deseo inmenso de superación, que me hace recordar a mi hermana Sara cuando era joven.
Yo sé Rayza, como dice tu mamá, que vas hacer realidad todos tus sueños y proyectos, que vas a terminar tu maestría a los 24 años y te vas a comer el mundo, porque te lo estás ganando a pulso.
Un año se pasó volando, este segundo año pasará igual, aquí te estaremos esperando, siempre, en tu humilde hogar, gracias por ser una buena hija, una chica sencilla, noble, estudiosa, gracias por tantas alegrías desde cuándo estudiabas en tu querido Santa Inés.
Ahora solo nos queda la magia de la video llamada, para poder compartir algunos momentos.
Espero celebrar contigo la 27de nuestro querido Universitario y espero pronto escuchar, cuando llegue a casa, esa manera tan graciosa y cariñosa de decirme mi procuradorrrr.
Feliz viaje rayzita, te amamos mucho.